Tu automóvil atraviesa diversos terrenos, soportando topes y todas las irregularidades en las calles y avenidas, y lo hace con ayuda de la suspensión, un sistema que tiene básicamente tres misiones principales: mantener las ruedas en contacto con el suelo en todo momento, permitir la conducción eficaz y procurar que las partes del motor se mantengan en buen estado.
Un sistema de suspensión moderno tiene los siguientes componentes:
- Amortiguadores: dan estabilidad al vehículo recogiendo la energía mecánica producida por el choque de las ruedas con el pavimento, absorbiendo las vibraciones.
- Barras estabilizadoras: barras de hierro colocadas en la suspensión trasera y cuya misión es evitar que los muelles se compriman excesivamente, así́ como la desestabilización del vehículo al tomar una curva.
- Barra de torsión: es una varilla de acero elástico que funciona como un resorte, se sujeta por un punto rígido y el otro móvil; con el movimiento del auto se genera una presión de tipo torsión.
- Muelles helicoidales: estas partes de la suspensión sirven para brindar elasticidad, pueden conformarse por un arrollamiento de acero elástico de diámetro variable.
- Rótulas: pieza que une la suspensión y dirección, permite su giro manteniendo la geometría de las ruedas.
Todos estos elementos trabajan en conjunto para disminuir las vibraciones del camino y evitar los fuertes impactos, por ejemplo, cuando caes en un bache profundo.
Consejos para el mantenimiento y cuidado de la suspensión
- Manejar con precaución, sobre todo en suelo irregular, como carreteras, caminos empedrados, avenidas sin pavimentación, etc.
- Revisa constantemente la presión de los neumáticos, así́ como el funcionamiento de todo el sistema.
- Cuida la carga que introduces en tu vehículo, no importa que sea una camioneta, las sobrecargas generan averías con el paso del tiempo.
- Mantén tu atención en ruidos extraños, como golpeteos del vehículo; si percibes alguna anomalía, consúltalo con un experto.